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¿Te cuesta adelgazar?, ¿te funcionan las dietas pero al cabo del tiempo ya has recuperado el peso? ¿quieres dejar de subir y bajar de peso como un yo-yó?  Podemos ayudarte.

Las ideas de los últimos años sobre pérdida de peso —come menos, muévete más— requieren mucha fuerza de voluntad. ¿Comer 5 veces al día?¿Contar calorías, hacer ejercicio varias horas al día? En GDI creemos que eso es ineficaz en el tiempo y supone sufrir innecesariamente. 

A la larga, casi todo el mundo abandona.

No hay duda que centrar la atención de manera excesiva en contar calorías, y demás consejos, no ha revertido la actual epidemia de obesidad.

Las calorías no son lo único que cuenta al adelgazar. El peso también está regulado de forma hormonal. Conseguir ese equilibrio hormonal es el objetivo que nos hemos propuesto para tí. Para ello nuestro enfoque tanto a nivel alimentario, médico como psicológico.

  ¿Eres diabético tipo 2 ó estás en riesgo de desarrollar diabetes? ¿Tienes familiares diabéticos? ¿Tienes diabetes tipo 1 o cuidas a alguien que la tiene? Entonces has encontrado el sitio correcto.

Muchas personas con diabetes o prediabetes han mejorado su salud con cambios en la dieta. ¡Tú también puedes hacerlo! Esto significa que puedes reducir o eliminar la medicación para la diabetes, y esos mismos cambios en la dieta pueden ayudarte a perder peso. 

En GDI también podemos enseñarte lo que necesitas saber de la diabetes tipo I, y de cómo una modificación en tus hábitos alimentarios pueden ayudarte a controlar mejor tus niveles de glucemia. 

 Si eres mujer, la presencia de ovario poliquístico o de endometriosis van a producir importantes alteraciones en tu salud, y entre ellas, facilitar la infertilidad en muchas mujeres. Muchas de estas alteraciones ginecológicas coinciden con una mayor presencia de alteraciones metabólicas, como son la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2,  el síndrome metabólico, y las enfermedades cardiovasculares.

Aunque no se han dilucidado con exactitud las causas primeras,  sí se sabe que hay factores que influyen en su aparición:

• Hiperinsulinemia:  la insulina elevada de manera crónica afecta al ovario, donde podemos observar producciones elevados de testosterona.

• Cambios hormonales: Los niveles altos de testosterona producen una descompensación del eje hipotálamo-hipofisario, y la consecuente alteración de las hormonas Foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH), que termina por afectar al ciclo menstrual.

Una modificación en tus hábitos alimentarios puede incidir positivamente en tu salud metabólica y finalmente en el equilibrio hormonal necesario para una adecuada función ginecológica.

 La hipertensión arterial es un enemigo silencioso, no lo sientes pero aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardiacas.

El tratamiento más frecuente para la hipertensión es farmacológico. A veces es lo adecuado. Pero ¿se puede conseguir una presión arterial normal sin pastillas ni sus efectos secundarios, y a la vez mejorar tu salud? En GDI te ayudamos a mejorar la presión arterial con sencillos cambios de hábitos de vida y conseguir disminuir o eliminar los fármacos antihipertensivos.

Muchas personas asocian la palabra colesterol con algo perjudicial, con aumento del riesgo de infarto, con fármacos para toda la vida, con las grasas de la comida. Sin embargo, el colesterol debería ser visto como parte imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo
Sin colesterol, no podríamos vivir.

 Si nuestros hábitos alimentarios son correctos y nuestros niveles de insulina son bajos o moderados, este sistema funcionará con normalidad, es decir que en los momentos de ayuno nuestras células utilizarán los triglicéridos como fuente de energía, así como el colesterol, ambos transportados por unas moléculas llamados lipoproteínas (VLDL, IDL, LDL y HDL).
Si nuestros hábitos alimentarios no han sido adecuados y tenemos altos niveles de azúcar de manera crónica, altos niveles de insulina y una resistencia a la insulina en nuestras células musculares, el sistema acabará funcionando mal,  y esos triglicéridos, que no pueden llegar a su destino, permanecerán altos y demasiado tiempo en los transportadores, sin poder ser transferidos, elevándose también las moléculas de LDL que se oxidarán y se acabará promoviendo la formación de la placa de ateroma. 

En nuestra analítica, más que el valor del colesterol total o el valor del LDL, nos interesará ver cómo tenemos nuestros triglicéridos , cómo tenemos nuestro HDL y cómo tenemos nuestros distintos cocientes.

En GDI te ayudamos a interpretar las analíticas en función de las actuales evidencias científicas y te orientamos en la elección de una dieta alimentaria  personalizada que te ayude a mejorar tu perfil lipídico, en muchas ocasiones sin tener que recurrir a fármacos y evitando así sus efectos secundarios.

El hígado graso es un proceso en el que la grasa se acumula en el hígado. Algunas de las circunstancias que lo provocan pueden evitarse, por ej. el consumo alcohólico, o el llamado síndrome metabólico que incluye diabetes, hipertensión, obesidad y dislipemia. También el efecto de ciertos tóxicos o drogas.

¿Qué podemos hacer para detener su progreso? Eliminar la obesidad y el sobrepeso y los principales factores de riesgo que son modificables mediante cambios en el estilo de vida. Otras recomendaciones incluyen evitar el consumo de alcohol y el consumo de medicamentos innecesarios. En aquellas personas que están en etapas más avanzadas de la enfermedad pueden usarse algunos medicamentos, como antioxidantes o agentes sensibilizadores de la insulina.

El Alzheimer es una de las enfermedades más temidas a nivel mundial, no solo por el sufrimiento que causa a quien la padece sino también por sus implicaciones en el entorno familiar cercano que deberá adaptarse a las nuevas realidades producto del avance de la enfermedad.

La causa de este deterioro cognitivo no se ha encontrado todavía, sin embargo se ha demostrado relación con diversas situaciones que conforman un sistema multifactorial sobre el que poder actuar.

Entre las asociaciones más importantes encontramos en diversos estudios, a la diabetes, que se asoció a un aumento del riesgo de más del triple, mientras que el síndrome metabólico, la obesidad y el colesterol aumentó el riesgo de deterioro cognitivo en un 50 por ciento.

Además, el síndrome metabólico aumentaba más de cuatro veces el riesgo de que un deterioro cognitivo leve derivara en una demencia progresiva, más incluso que la diabetes tipo 2.

La microbiota, la alimentación, los déficits vitamínicos y minerales, la inflamación crónica, etc, son factores dónde incidir para mejorar y/o prevenir tanto la aparición como la evolución de un deterioro cognitivo ya instaurado.

Los estudios más recientes muestran que el ayuno intermitente puede tener efectos beneficiosos en diversas enfermedades autoinmunes, como la diabetes tipo 1, la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico, al reducir los marcadores inflamatorios, modular el sistema inmunológico, alterar y mejorar la microbiota intestinal y mejorar los mecanismos de reparación celular a través de autofagia. Sin embargo, la evidencia sobre los efectos del ayuno intermitente en otras enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, el lupus eritematoso sistémico, las enfermedades de la tiroides y la psoriasis es limitada y no concluyente por el momento. En general, la revisión de la literatura realizada más recientemente, demuestra que el ayuno intermitente puede ser una intervención dietética prometedora para controlar las enfermedades autoinmunes.  En GDI valoramos personalmente y de manera individualizada cada caso y te ofrecemos las soluciones dietéticas que consideramos más adecuadas para cada persona y su enfermedad.

La prevalencia del cáncer está aumentando a nivel mundial y es ya la segunda causa de muerte. La nutrición tiene una influencia importante en el riesgo de desarrollar cáncer. Además, los cambios en la microbiota intestinal están relacionados con el riesgo de desarrollar cáncer y son fundamentales para mantener la inmunidad. Diversos estudios han demostrado que el ayuno intermitente, la dieta cetogénica y la dieta mediterránea son terapias eficaces para cambiar la microbiota intestinal, la prevención del cáncer y la mejora de la tolerancia al tratamiento (quimio y radioterapia), en pacientes con cáncer.  Además, tienen el potencial de estimular vías anticancerígenas y podrían aumentar la calidad de vida de los pacientes con cáncer según la evidencia científica.

El ayuno como tratamiento en estos pacientes debe realizarse bajo supervisión médica. En GDI te ofrecemos este apoyo y supervisión médica que necesitas, al que se suma un apoyo psicológico por nuestra especialista, que es absolutamente necesario para afrontar el cáncer.

  La comida también puede ser una droga.

La adicción es pérdida de control, ese el principal síntoma. También podemos sospecharlo cuando el resultado de nuestro comportamiento no es el que deseábamos (por ejemplo, queremos bajar de peso, pero no podemos parar de comer/recaemos y ganamos peso, etc.).

Hablamos de obsesión por la comida, de probar nuevas dietas constantemente, de tener una lucha constante dentro de la cabeza, de recaer debido a las emociones, que en realidad están causadas por una reconexión deficiente en nuestro cerebro, debido a la droga. Tomamos la droga como “remedio” para las emociones creadas por esa misma droga. Es un círculo vicioso.

Esta es la vida de una persona adicta al azúcar/harina/alimentos procesados. Es una grave enfermedad cerebral.

Las personas con “consumo tóxico” no sufren esa pérdida de control. Si quieres seguir pensado que eres un consumidor tóxico, caerás en la trampa de hacer nuevas dietas e intentar llevar una “alimentación con moderación” una y otra vez. La adicción es una enfermedad bioquímica, una conexión defectuosa en el cerebro. El consumo tóxico se asemeja más a comer mal por falta de conocimientos sobre nutrición, es más un problema de comportamiento.

Esta historia es muy frecuente, la hemos escuchado muchas veces.

A todos nuestros pacientes les gustaría ser un “consumidor tóxico” porque el centro de recompensas no quiere renunciar a la droga, sino comer normal, simplemente haciendo algún ajuste por aquí y por allá. Nadie quiere ser adicto, pero si lo somos y no lo aceptamos, acabaremos muriendo de todas las consecuencias debidas a nuestra enfermedad.

Es imposible que uno mismo sepa cómo actuar cuando su cerebro está influido por la droga y los pensamientos adictivos, sensaciones, impulsos y comportamientos causados por el uso de azúcar/harina/alimentos procesados durante años. Necesitas ayuda para mantenerte alejado de la droga el suficiente tiempo para que el cuerpo y el cerebro se recuperen; así como aprender a prevenir las recaídas, para lo que es muy importante saber cómo gestionar las emociones (ser capaz de fijar límites para ti y tu recuperación). Sabemos con certeza que creamos “situaciones” que nos proporcionan una excusa para comer nuestra droga, la adicción es así de fuerte.En GDI podemos ayudarte.

Comer de manera emocional significa utilizar la comida para sentirse mejor o para satisfacer necesidades emocionales, y no para saciar el hambre. Una persona puede recurrir a la comida al sentirse triste o estresada, o incluso para usarla como una recompensa. Comer según las emociones no soluciona el problema subyacente y puede hacer que la persona no sólo se sienta peor a largo plazo. sino que acabe desarrollando una adicción a la comida y/o teniendo consecuencias en su salud que la lleven a un deterioro en su calidad de vida, incluso a la muerte. 

 El estrés laboral, las preocupaciones económicas, los problemas de salud, los hábitos educados en la infancia, las influencias sociales o los conflictos en las relaciones con los demás pueden ser los desencadenantes de la utilización de la comida como un tranquilizante

En GDI además de educar en la elección de alimentos, le enseñamos  a gestionar sus emociones para poder controlar su salud. 

Todas y cada una de las patologías que nosotros tratamos a través de modificaciones en los hábitos de vida,  especialmente a nivel alimentario, son reforzadas por nuestra psicóloga, puesto que casi todas estas patologías están causadas o están íntimamente relacionadas con alteraciones en la alimentación (especialmente alimentación emocional). Intentamos así actuar sobre la causa primera,  con el objetivo de que  nuestros logros se mantengan en el tiempo y no sean efímeros.